El tiempo vuela...

No puedo creer que este sea mi último blog. Mira como el tiempo vuela. Esto me ocurrió cuando fuimos a nuestras fundaciones por la tarde. Los otros voluntarios no estaban, y los otros trabajadores nos despidieron temprano. Cuando nos fuimos, dijimos que volvíamos el próximo miércoles. Esta noticia me debería traer felicidad, pero cuando pensé en el próximo miércoles, me di cuenta que el próximo miércoles es el último día que voy a ver estos niñitos preciosos. Me divierto cuando estoy jugando con las guaguas. Son tan chiquitas y débiles que solo quiero ayudarlas. Por eso, estuve un poco triste cuando marchamos sin ver a los niños. Por una perspectiva optimista, quizás estoy triste porque me gusta hacer algo bueno para alguien y no pude hacerlo hoy. Nunca pensé que trabajar como voluntaria me daría tanta felicidad. Con esto en mente, espero que también hiciera algo beneficioso para la fundación.

Viaje al sur

Este fin de semana, fuimos al sur de Chile. Cuando aterrizamos en el aeropuerto de Puerto Montt, podía ver la diferencia entre el norte y el sur inmediatamente. También cuando salí del aeropuerto, podía sentir la diferencia entre las temperaturas del norte y el sur. No me gustó el frio del sur, aunque me encantó el paisaje. Mi madre, entre comillas, aquí en Chile me dijo que mucha gente europea emigra a Chile porque el clima y la geografía son parecidos a su tierra materna. Conozco a gente en Galicia en España que vivió en Chile y viceversa. Es interesante porque el sur de Chile es muy verde y lluvioso como el ambiente de Galicia. Entiendo porque la gente vive en el sur de Chile. Es muy tranquilo y hermoso.

La gastonomia

Estoy muy emocionada por los eventos que sucedieron hoy. Fuimos al otro campus de la Universidad Mayor para tomar una clase de gastronomía en vez de asistir la clase de Español 307. Recientemente, quería aprender la gastronomía, y ahora puedo cocinar comida chilena en los Estados Unidos. Mi abuela cocina muy bien y siempre me hace lo que me gusta. Ahora yo puedo cocinar algo para ella que nunca ha probado. Estoy asombrada de lo tanto que estoy aprendiendo sobre muchos temas chilenos en estas pocas semanas. Una clase en Delaware me costaría mucho para recordar, pero aquí en Chile, estoy aprendiendo mucho sin mucho esfuerzo. Soy como una esponja. Cuando regrese a Nueva Jersey, voy a hacer empanadas chilenas para mi familiar para que vean la diferencia entre una comida típica de Chile y de España.

San Pedro de Atacama

Nunca pensaría que un desierto podría ser tan interesante y hermoso. Un desierto solo consiste de piedras y arena, pero sin embargo, la vista es una maravilla. Cuando fuimos a la Valle de la luna, no pude parar de pensar que el desierto es completamente natural. Nadie lo ha hecho como la Estatua de libertad o el Taj Mahol. Es una obra de la naturaleza así como las estrellas que hemos visto en el cielo anoche. En los Estados Unidos, no podemos ver las estrellas, pero aquí, el cielo está lleno de luz. Esta belleza natural es algo que no apreciamos mucho pero debemos respetar. No necesitamos crear jardines, montañas con caras ni lagos. La naturaleza los hace muy bien y mejor que nosotros.

El primer fin de semana

Yo sé que ya es martes, pero no puedo dejar en pensar en el fin de semana pasada. Todavía estoy muy impresionada con nuestras excursiones. Fuimos a Viña del Mar, Valparaíso, Isla Negra y Pomaire. Me encantó Viña del Mar porque era preciosa. Fui a una playa a tomar el sol con mis compañeras. Fue mi primera vez en el Océano Pacifico. También comimos marisco fresco que no se puede comer en los Estados Unidos porque no sabe lo mismo. Me gustó Viña del Mar porque pude relejarme, pero la Isla Negra y la casa de Pablo Neruda era verdaderamente una maravilla. La vista de su casa era mejor que la vista en Valparaíso, en mi opinión, porque no hay tanta muchedumbre. Su casa fue diseñada como un barco y da la impresión que estas en uno. Esta excursión me inspiró porque quiero hacer algo que amo y ganar mucho dinero para que pueda vivir en paz y felicidad como Neruda. Su casa es un recuerdo que la vida es bonita y hay que disfrutar. Yo sé que yo podría madrugar cada día con una sonrisa si tuviera esa vista también.

La primera semana de clases

Hoy terminé la primera semana de clases aquí en Chile. Ya me estoy acostumbrándome a la vida chilena. Por ejemplo, al principio, el inglés se me salía de la boca. Ahora, digo “gracias,” “si,” o “salud” inmediatemente en vez de decir “thank you,” “yes” o “God bless you.” También me encanta escuchar a los chilenos porque hablan muy diferente al castellano que mis abuelos y mis padres hablan en casa. Hoy cuando ayudé a la Fundación Conin, las “tías,” o las enfermeras, llamaron a los bebes “guaguas.” Me parece interesante que en unos pocos días, ya me he fijado en algunas diferencias del idioma. Mañana, iremos a Viña del Mar y Valparaíso. Mi madre chilena me dijo que muchos argentinos van “acá.” Me imagino que voy a ver los contrastes entre los chilenos, los americanos y ahora los argentinos este fin de semana. Será una experiencia buena para mí.